Auto Supremo AS/0660/2014
Tribunal Supremo de Justicia Bolivia

Auto Supremo AS/0660/2014

Fecha: 19-Dic-2014

SALA CIVIL LIQUIDADORA

Auto Supremo:                Nº 660

Sucre:                        19 de diciembre de 2014

Expediente:                LP-19-2010-S

Distrito:                        La Paz

Magistrada  Relatora:  Dra.  Ana Adela  Quispe Cuba

VISTOS: El Recurso de Casación interpuesto por Carolina Nemtala kairala  de fojas 125 a 128,  contra  el Auto de Vista  N° S-395/2009  de fecha  27 de   noviembre, cursante a fojas 121, pronunciado  por  la  Sala Civil  Segunda de   la que  fuera Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del   proceso ordinario de NULIDAD DE CONTRATO y  RESARCIMIENTO DE DAÑOS Y PERJUICIOS seguido por  Víctor Hugo  Inchausti  Portales y Daysi  Rosas   de  Inchausti  contra   la recurrente,  los  antecedentes procesales,  la contestación  al recurso  de fojas  129  a  130 vuelta, el Auto  de concesión del recurso de fojas  131; y,

CONSIDERANDO 1.-

ANTECEDENTES  DEL PROCESO:  Que,  durante  la tramitación  del proceso,  el Juez   de  Partido 9°  en  10  Civil y  Comercial de  La Paz, pronuncia   Sentencia   N°   143   en   fecha    13   de   mayo    de   2008 declarando  IMPROBADA la demanda  de  fojas  5  a  7  subsanada   a fojas  9,  presentada   por  Víctor Hugo  Inchausti  y  Daysi   Rosas   de Inchausti,  con  costas.

Contra la descrita resolución, los demandantes  interponen  recurso de   apelación,   radicado   en   la   Sala   Civil   Segunda   de   la   Corte Superior de  Distrito de  La Paz,  pronunciando   el Auto  de  Vista  N° S-395   de  27  de  noviembre de  2009,   cursante   a  fojas   121,  por  el que  ANULA obrados hasta   fojas  10.

CONSIDERANDO II.-

FUNDAMENTOS   DE   LA   IMPUGNACION: Resolución  de   vista, motivo a la  demandada  a interponer  recurso  de  casación,  con  las siguientes argumentaciones.

CONSIDERANDO III.-

FUNDAMENTOS    DE  LA  RESOLUCIÓN.-  Que,  el artículo  252  del Código de  Procedimiento  Civil, faculta  al  Tribunal  de Casación "anular de oficio  todo  proceso  en  el  que  se encontraren infracciones que  interesen  al orden público", disposición legal  que guarda relación con  el artículo 90  del  Adjetivo Civil, que  otorga el carácter  de  orden público a  las  normas  procesales y por  lo tanto de  cumplimiento obligatorio; asimismo, el artículo  106  del  Código Procesal Civil, Ley  N° 439  de  fecha 19 de noviembre de  2013, previene en  su  parágrafo I que  :"La nulidad podrá ser  declarada de oficio o a pedido de parte   en  cualquier estado del  proceso, cuando la ley lo califique expresamente", preceptiva puesta  en vigencia por la disposición transitoria  segunda numeral 4) del Adjetivo Civil, en el   entendido,  de que se    hubieran   vulnerado   las  garantías constitucionales  de  las  partes  o  de  una   de  ellas,  o en  el  que  se encontraren   infracciones  que  interesan   al   orden  público; esto, porque en los procesos que llegan a su conocimiento se debe verificar si en  ellos  se  observaron las  formas esenciales que  hacen eficaz a un  proceso de conocimiento y fundamentalmente que las resoluciones que contenga,  sean  útiles en derecho y  guarden  la seguridad jurídica que las  partes buscan  a través de aquel. Establecido  lo anterior,   corresponde   fundar  que el  tratadista Eduardo  Couture,  señala  que,    siendo el  derecho  procesal  un conjunto  de  formas dadas de  antemano  por   el  orden  jurídico, mediante  las  cuales  se  hace o desarrolla el  juicio,  la   nulidad consiste en  el apartamiento de ese conjunto de formas necesarias establecidas por  la ley.

La nulidad es  sin  lugar   a dudas un  vicio, que  se  configura cuando en  la  elaboración del  acto   procesal  existe un   alejamiento  de  las formalidades previstas por  la ley.

Si las leyes procesales  han  establecido un conjunto de procedimientos, implica que  los actos  no deben apartarse  de dicho camino, bajo alternativa,  en caso de  hacerlo,  de  Imponerse una sanción.

Dependiendo de  la  inobservancia de  la ley,  Couture clasifica a los actos procesales  nulos,  en  absolutamente  nulos  y  relativamente nulos.  Respecto  a  los   primeros,  señala  que   la   gravedad  de   la desviación resulta  de  tal  magnitud que  es  imperativo enervar sus efectos, pues   el  error conlleva un   deterioro en las garantías que integran  el  debido proceso, que  insistir  en  su   subsistencia  hace peligrar tales  garantías;  v.  gr., por ejemplo la  falta de  citación al demandado que ha impedido que haga valer sus derechos, habiéndose  dictado  sentencia condenatoria en su contra.  En cuanto al segundo, también  hay  un   apartamiento  de  las  formas procesales,    pero      de  menor gravedad; de ahí  que no necesariamente requiere ser declarado inválido, pues   habrá  que analizar  si  el  acto  ha  ocasionado efectivamente un  perjuicio a  la parte  interesada.

Al tratar  sobre las  nulidades procesales debemos tener   en  cuenta que  no  se  trata    de  un   tema   de  defensa  de  meras  formalidades, pues, las  formas previstas por  ley no  deben ser  entendidas  como meros ritos, sino  como verdaderas garantías  de  que  el proceso se desarrollará        en   orden  y  en   resguardo  de   los   derechos  de   las partes.

En  ese  sentido es  preciso distinguir las  formas esenciales de  las meras  formalidades,  a  las   que   no   en   pocas  ocasiones  acuden juzgadores y abogados, unos   para   no  conocer el fondo del  asunto sometido a  su  autoridad,  y  otros   para   dilatar  indefinidamente la tramitación de las  causas que  defienden.

Por ello, en  materia  de nulidades procesales existen  ciertos principios que  informan la  materia y  que  deben  ser  tomados en cuenta  por  el juzgador  al  momento de declarar  una   nulidad.  A saber:

Principio de especificidad o legalidad.- Este  principio se  encuentra previsto   por el artículo 251 parágrafo I  del  Código de Procedimiento  Civil, en virtud  a él "no hay  nulidad  sin  ley específica que la establezca"  (pas de nullité sans  texte).  Esto quiere decir  que  para   declarar una  nulidad procesal, el Juez  ha  de estar   autorizado expresamente  por  un  texto  legal, que  contemple la causal de invalidez del acto. El principio de especificidad no ha de aplicarse,  sin   embargo,  a  rajatabla,   pues,  se   sabe    que   es virtualmente imposible que  el legislador pudiera  prever todos los posibles  casos  o  situaciones   de   nulidad  en   forma  expresa,  y siguiendo esa   orientación la  doctrina ha  ampliado este   principio con  la introducción de una   serie  de complementos, a través de los cuales se  deja  al juez   cierto margen de  libertad para   apreciar  las normas  que   integran  el  debido proceso, tomando  en  cuenta  los demás principios que  rigen en  materia de nulidades,  así  como los presupuestos  procesales necesarios para   integrar  debidamente  la relación jurídico-procesal.

Principio de  Trascendencia. -  Se  ha   dicho que   la  nulidad  es  la sanción que  acarrea  la  invalidez del  acto  procesal, cuando  en  su producción existe un  alejamiento de las  formas procesales; pero  la mera  desviación de las  formas no  puede conducir a la  declaración de nulidad, por  ello habrá  que  tener   presente que  no  hay  nulidad sin   daño   o  perjuicio  "pas   de  nullite  sans   grieg". Este   principio indica que  no  puede admitirse la nulidad por  la nulidad,  sino  que a  tiempo de  determinarla  habrá  que  tener   presente  el  perjuicio real que   ocasiona  al  justiciable el alejamiento de las formas prescritas,  pues las formas  no  han sido  establecidas para satisfacer "pruritos formales". Por  regla  general, un  acto  procesal que   adolezca de  nulidad  puede generalmente  convalidarse,  en consecuencia, la nulidad será la sanción  excepcional,  que   se declara únicamente  cuando  el  acto  viciado acarreó  un   perjuicio cierto e  irreparable que sólo pueda subsanarse  mediante  la sanción de nulidad.

Principio de  convalidación.-  En  principio, dice Couture,  toda nulidad en derecho procesal civil  se convalida por el consentimiento si la parte perjudicada  ratifica  el  acto  viciado expresa o tácitamente.

El principio de convalidación  tiene  íntima  relación con el de preclusión,  que  tiene lugar cuando los  justiciables  no  ejercen en forma oportuna o legal  los recursos previstos por  la ley adjetiva. Si los  procesos deben sustanciarse  en  forma ordenada,  así  también las  partes deben exponer sus  reclamaciones dentro el tiempo y en la   forma  debida,  esto   por   un   elemental  sentido  de   seguridad jurídica.

Principio de  Protección.- En  virtud  de  este   principio,  la  nulidad solo  puede  invocarse cuando  en  virtud  de  ella,   los  intereses  de una    de   las   partes   o   de   ciertos  terceros   a   quienes  afecte  la sentencia, queden en indefensión. La declaratoria de nulidad únicamente  debe  darse  cuando  sea  un   medio para   proteger los intereses   jurídicos  que  han sido  lesionados,    a  partir  del alejamiento de las  formas procesales.

La  consecuencia  más   importante  del  principio  de  protección es que  quien ha  celebrado el acto  nulo  a sabiendas  o debiendo saber del  vicio  que  lo invalidaba, no  puede invocarlo. Es  una  aplicación del  principio nemo  auditur  non   propiam  turpitudinem   allegans ("nadie  puede   invocar   a   su    favor su propia torpeza").  En consecuencia la  legitimación  para  reclamar  la   nulidad  estará otorgada  por  el  interés,  que  se  traduce  en el  perjuicio efectivamente sufrido, por  quien solicita la declaratoria de nulidad. Situación distinta es la que  se presenta en  la declaratoria de oficio de la nulidad procesal por  parte  del juzgador, quien, como director del   proceso,   debe    velar  porque  se  cumplan  con   todos  los presupuestos   procesales  y  se  observen las  garantías  del  debido proceso para  que  el mismo se desenvuelva normal y válidamente a fin   de   que   las   resoluciones   que   se   emitan   sean    eficaces  en derecho.

Establecidos los principios que rigen  las nulidades procesales, corresponde establecer que  de  la revisión de  obrados se  evidencia que  la  Sala  Civil Segunda  de  la  Ex  Corte Superior del  Distrito de La Paz,  por  Resolución N° S-395/09  de  27  de noviembre de  2009, anula obrados  hasta  fojas  10,   con los razonamientos  de  no haberse acompañado con  la  demanda  la  prueba  en la que se sustenta su  pretensión,  por  lo  que   no  correspondía  haber  sido admitida dicha demanda y por  haberse formulado objeción al Auto de relación  procesal  fuera de  plazo  exigido por  ley, extemporaneidad no advertida por  el Juez  de  Primera Instancia  y viabilizó la impugnación.

En  ese  entendido  diremos  que   el  Ad  quem tomó   la  decisión  de anular obrados hasta   la admisión de la demanda  (fojas 10), bajo  el único  fundamento  de  que   el  Juez   A quo  no  observó la  falta   de presentación de  prueba  con   la  demanda  y  el  haber  impugnado fuera   de  plazo el Auto  de  relación procesal, actos   procesales  que no  afectaron  a  la  continuidad  del  proceso,  no  objetado  por   las partes,  consecuentemente,  la  anulación  dispuesta  por  el Tribunal de  segunda instancia  es  incorrecta, habiendo cometido un  exceso los Vocales de la Sala  Civil Segunda de la Ex Corte Departamental de        La   Paz,    en   la   aplicación   del   artículo   15   de   la   Ley   de Organización Judicial,  nulidad que  es contraria a los principios de especificidad, legalidad,  convalidación, trascendencia y de protección ampliamente  desarrollados  en  el  presente considerando,  toda   vez  que   la  presente  nulidad  cae  en  aquellas llamadas "nulidades por  la  nulidad", y desconoce, como se  señaló anteriormente,  que  el resguardo  de las  formas procesales  ha  sido establecido        no   para    satisfacer   "pruritos   formales",  sino    para garantizar el debido proceso. Finalmente habrá  que  señalar  que  la falta   de  presentación   de  pruebas  con   la  demanda,   así   como   la atención  a  la impugnación  realizada  fuera  de plazo no se encuentra  sancionada  con nulidad en nuestra  legislación.

Por  otro  lado,   el Auto  de  Vista  S-  395/09  de  27  de  noviembre de 2009,     además  de vulnerar el derecho  constitucional  a  la impugnación,  pues  con  la  anulación  desconoce su  propia competencia,  este resulta  contradictoria   e  incoherente  en su propia  determinación,  al basarse  en artículos  que no   guardan relación con  su  razonamiento,  como  son  los  artículos  317  y  271 del Código de Procedimiento Civil.

Consiguientemente  su  indebida  decisión  anulatoria   del  Tribunal ad   quem    viola  el  derecho a la tutela  judicial  efectiva de los justiciables  y el derecho al debido proceso legal  en  su  elemento de congruencia  al haber  omitido   pronunciamiento  sobre  los supuestos  agravios esgrimidos en  la  apelación,  también  viciando de  nulidad   su   fallo,   por   la  causal  prevista  en   el  artículo  254 numeral  4) del Código de Procedimiento Civil.

Que,  en dicho contexto es  evidente también  que el Tribunal de alzada,  en  el  Auto   de  Vista   recurrido,  no  ingresó  a  analizar  los agravios expresados en  el recurso de  apelación, renunciando  a  su propia competencia y privando al  apelante  del  legítimo derecho de que   el  fallo  impugnado  sea   revisado  por   el  superior  en   grado, tomando una   decisión oficiosa de  anular  el  proceso, omisión que conlleva vulneración a  los  deberes que  le asisten  como  director del proceso, conforme la previsión de los artículos 1 y 190 del Código de Procedimiento Civil, normas procesales de obligatorio cumplimiento por el orden  público que  revisten, lo que conlleva la  nulidad  del proceso.

POR  TANTO: La Sala Civil Liquidadora del  Tribunal  Supremo de Justicia,  con la facultad conferida por el artículo 42 numeral 1 y disposición  transitoria   octava de la Ley del Órgano Judicial, conforme los  artículos 252, 271  numeral  3) y  275  del  Código de Procedimiento  Civil  y 106 del Código  Procesal  Civil,  ANULA llanamente  el Auto de Vista N° S-395/09  cursante  a fojas 121 de obrados  disponiendo  que  sin espera  de  turno y  previo sorteo,  el Tribunal ad  quem  dicte  nuevo  auto  de vista  resolviendo el fondo  de la apelación planteada,  con la pertinencia de los artículos  190 y 236 del Código de Procedimiento Civil, sin más  dilaciones.

No siendo excusable el error en que ha incurrido el tribunal Ad quem, se les  impone responsabilidad de multa que se gradúa en Bs. 200.-   a cada  uno  de   los vocales signatarios del fallo, a descontarse de sus haberes por habilitación,  y sea a favor del tesoro  judicial.

Cumpliendo lo previsto  por  el  artículo  17 parágrafo  IV de  la  Ley del  Órgano Judicial,  comuníquese  la presente  decisión al  Consejo de la Magistratura  a los fines  de ley.

Primer  Magistrado  Relator  Dr.  Javier    Medardo  Serrano  Llanos, de  cuyo   proyecto  fue   disidente   la  Magistrada   Dra.   Ana   Adela Quispe   Cuba,     con    cuya     disidencia    estuvo    de    acuerdo    la Magistrada  Dra.  Elisa   Sánchez  Mamani.

Regístrese,  notifíquese  y devuélvase.
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