El principio de celeridad

El principio de celeridad es un concepto fundamental en el ámbito de la jurisprudencia que busca garantizar la resolución rápida y eficiente de los procesos judiciales. Este principio se basa en la idea de que los litigantes tienen derecho a una justicia pronta y expedita, lo que implica que los tribunales deben tomar medidas para evitar dilaciones innecesarias y resolver los casos en el menor tiempo posible. En la práctica, esto implica que los jueces y demás actores del sistema judicial deben actuar con diligencia y eficacia para garantizar una justicia ágil y eficiente para todos los ciudadanos.